El seguro de vida es una estrategia financiera importante para los propietarios adultos. Las parejas casadas y comprometidas pueden contratar hipotecas conjuntas. Las personas mayores pueden querer dejar algo de dinero a los hijos adultos que los cuidan. Estos hijos adultos pueden sacrificar su propio tiempo para cuidar a sus padres y también pueden brindar apoyo financiero directo. El seguro de vida puede ayudar a compensar estos costos cuando uno de los padres fallece.

Las personas más saludables reciben mejores tarifas de seguro de vida

Ya sea que esté considerando comprar una nueva póliza o esté actualmente inscrito en un plan de salud grupal, un estilo de vida saludable lo llevará a una tarifa de seguro de vida más baja. Las compañías de seguros utilizan pautas de suscripción para decidir qué pólizas costarán más dinero. Si se le considera de alto riesgo, es probable que le cobren primas más altas.

Las aseguradoras también analizan otros factores además de la salud al determinar las primas. Las mujeres generalmente reciben tarifas más bajas que los hombres, como su mayor esperanza de vida. Sin embargo, algunos estados tienen leyes que prohíben que las aseguradoras cobren más a los hombres que a las mujeres por la misma cobertura. También es ilegal que las aseguradoras utilicen la raza como factor al determinar una prima. Además, el tamaño y la forma juegan un papel en las tarifas de los seguros de vida, ya que determinan la salud general de una persona y la probabilidad de contraer una enfermedad o padecimiento.

Las personas más saludables reciben primas más bajas

Un estilo de vida más saludable puede reducir el costo de las primas de los seguros de vida. Si fuma, por ejemplo, puede calificar para una prima más baja si deja de fumar. Asimismo, puede perder peso y mejorar sus niveles de colesterol para mantener bajas las primas de su seguro. También puede hacer otros cambios en su estilo de vida que le ayudarán a mejorar su salud.

Si tiene una afección médica que le hace pagar primas más altas, puede pedirle a su compañía de seguros que reconsidere su tarifa. Muchas empresas le preguntarán si su salud ha cambiado y evaluarán si vale la pena un proceso de reconsideración. Las aseguradoras no quieren obligarlo a realizar un examen médico adicional, pero si ha realizado un cambio en su estilo de vida, es posible que reconsideren sus primas.